sábado, 19 de noviembre de 2011

Labios azul plúmbago


Entre los múltiples libros que he leído este año (sí, les estoy presumiendo que leo mucho) destaca como mi favorito "Monstruos Invisibles" o Invisible Monsters de Chuck Palahniuk que años antes escribió El club de la pelea.

Al parecer es costumbre de Palahniuk el crear un reflejo de la sociedad americana, casi como si se tratara de uno de los tantos reality shows presentados por MTV : Drogas, belleza efímera, con altas dosis de sexo, y giros bastante inesperados. Todo construido a partir de plástico, cito a Janis Ian (dyke) "Cold, hard, shiny. Plastic"

A Shannon le comieron la cara los pájaros y ahora con ayuda de un travesti despampanante enfundado en ceñidos trajes de diseñador se cubre la cara con velos pues "si no puedo ser hermosa entonces quiero ser invisible"

Brandy Alexander, quien tras una serie de operaciones está completamente decidida a cometer el peor error de su vida, se encarga de crear nuevos presentes para Shannon y de llevar un ritmo frenético de vida matizado por el azul Tiffany de las pastillas de Valium. Un camino que sólo puede llevar a la autodestrucción.

Palahniuk nos hace creer de primera instancia que está escribiendo una crítica hacia la banalidad de la bellezas y que pareciera insistir en la búsqueda del verdadero yo, sin embargo no se trata de un libro de autoayuda, así que mientras nos avanzamos descubrimos que en realidad trata de todo lo opuesto, de la desvinculación con nostros mismos, de darnos cuenta que el ser humano no es si no el producto al que nada de lo supuestamente suyo le pertenece.

«No soy heterosexual ni soy gay [...]. No soy bisexual. No me gustan las etiquetas. No quiero meter mi vida entera en una sola palabra. En una historia. Necesito encontrar algo distinto, incognoscible, un lugar que no figure en los mapas. Una auténtica aventura.»

Lady Rabanne

Dado el escaso contenido que mi blog ha tenido este año (Te odio/extraño Daniel ya me da hueva hasta a mí) he decidido que tal vez sea tiempo de empezar a hablar de otras cosas menos intensas y que me gustan mucho, por ejemplo la Gaga en Rabanne.

Oficialmente me declaro seguidor de Gagalupe y no por que sea una cantante extraordinaria ni por que sea un gay reprimido ni feo ni nada y evidentemente no quiero autodenominarme "Little Monster" sin embargo creo que Gaga es un gran exponente de la moda en nuestros tiempos y cuando digo esto no me refiero a la vieja usando Versace vintage (que por cierto me caga) y tenemos que aceptarlo: Gaga es uno de los íconos pop más importantes de mi generación (me refiero a los nacidos después del 88, los de antes siguen con que Madonna es dios, a pesar de su carita de silly puty y de que incluso Lola considere que es una viejita ridícula)

Me refiero a Formichetti recurriendo a diseñadores emergentes de St. Martins y artistas plásticos como Bart Hess, del que personalmente soy fan desde que lo descubrí en mi segundo semestre de la universidad.

En fin, esta temporada uno de los desfiles que más esperaba era el debut de Manish Arora como director creativo de Paco Rabanne y es que el llamado "Galliano de la India" es uno de los diseñadores que más me entretienen por sus propuestas (dejando de lado la casi nula usabilidad de su ropa)




Y pues nada, que yo disfruté enormemente lo presentado por Arora, siento que captó gran parte de la escencia de Rabanne, los vestidos hechos con plaquitas metálicas y los vestidos/estructuras que llegó a presentar en algún momento durante los 70's.

Y ya para terminar con todo este choro que no quiero que parezca que soy un presuntuoso que intenta escribir de moda, nada más quiero decir: Gaga me gusta, Rabanne me gusta...Me gusta la combinación? Sí, y verdaderamente espero con ansías ver qué más puede ofrecernos el duo Rabanne/Gaga