miércoles, 8 de junio de 2011

Por fin sucedió...

Por fin pasó lo que más miedo me daba, Daniel se fue de México sin despedirse de mí, no saben cómo me siento...


Daniel, supe que te fuiste de México y quiero que sepas que a pesar de haber tratado de seguir con mi vida siempre guardé la esperanza de poder arreglar las cosas, que no te fueras dejando todo así.

Sé que si algún día vuelves a México no me vas a buscar y lo entiendo perfecto, entiendo tu enojo y que te hayas ido sin despedirte, espero que todo salga bien en tu vida y que seas feliz, perdón por todas las tonterías que cometí.

Perdón por inmiscuirme en tu vida, perdóname por el daño que te hice, siempre te voy a recordar con todo el cariño del mundo.

Sé que prometí nunca más buscarte, pero esto es más de lo que podía contener, te sigo queriendo como el primer día y me parte el corazón saber que te fuiste y que probablemente nunca te vuelva a ver.

Te mando todo mi cariño, un abrazo muy fuerte

Arturo

1 comentario:

Noé dijo...

Al perder, muchas veces también ganamos algo. Experiencia, qué se yo. Sólo es cuestión de ser perceptivos. Y de seguir adelante. Un fuerte abrazo.