viernes, 10 de diciembre de 2010

Dejo que me puedas y permito que me lleves...


El otro día estaba de azotado pensando que jamás volvería a enamorarme y no por que no existiera la oportunidad, si no por que ya no iba a ser tan pendejo como para arriesgarme a que me lastimen.
Pero, la verdad sea dicha, tengo que aceptar que soy un romántico empedernido y cómo dice Miguel Bosé en Te digo amor (Lástima que ni en Papitour ni en Cardio la cantó): Ni todo son espinas, ni todo son rosas.

Anoche mientras bailaba al ritmo de una de esas canciones electronicas super comerciales me dí cuenta que sí extraño a Daniel (Vamos, que de nicknames ya estuvo) pero que mi vida no se detiene por él, que la luz del sol sigue entrando por mi ventana y que todavía siento el pulso en mis (recién tatuadas) muñecas.

No todo fueron lagrimas y si me preguntaran si volvería a enamorarme, gritaría que sí, sólo que esta vez no aceptaría ser amante de nadie, pero no me andaría con cuidado para que no me lastimaran, creo que es mejor zambullirte en una alberca de golpe, que poco a poco, siento que el amor tiene que ser un sentimiento que corra libre como presa que se desborda, no a cuentagotas, hay que entregarse sin miedo a lastimarnos, tampoco nuestro caballo blanco puede controlarnos, a pesar de todo sigo creyendo que hay que dejarse llevar, poner nuestra confianza en la otra persona y dejarlos que nos lleven y hagan con nosotros lo que quieran, creo que de eso se trata el verdadero amor, de permitir que exista la posibilidad de ser lastimados y que la otra persona no nos lastime.

En febrero, antes de que todo empezara a ir mal, antes de los celos, antes de las lagrimas y las peleas, cuando solo importaba el amor que Daniel sentía por mí y el amor que yo sentía por él; escribí un mini post que decía: Sé que el amor es un estado de demencia, pero también sé que no hay otra locura tan maravillosa como la que ese sentimiento nos brinda a todos los seres humanos, al menos en una ocasión...

Lo sigo creyendo, espero sentir esa locura una y otra vez, aprender de mis relaciones y quedarme solo con lo bueno, para no tener miedo de amar la proxima vez que exista la oportunidad, para no arrastrar miedos de relaciones pasadas.

Creo que el amor es un sentimiento tan puro, que no deberíamos "envenenarlo" con miedo, celos e inseguridades.


Que cada vez que digamos Te amo, nuestro corazón lata con fuerza, con ganas de gritarselo al mundo, con ganas de que el corazón de la otra persona lata con la misma fuerza que el nuestro



2 comentarios:

MARTI dijo...

Y lo logras de nuevo....
Conmoverme de tal forma que me taquiquardizo, se me erizan los vellos de la piel y mis ojos se llenan de agua......

ToOrs dijo...

Marti:
Me gusta saber que hay gente a la que le provoco sentiientos, aún en este estado de desamor...